Las obras, que han durado tres meses, han posibilitado la instalación de 950 metros cuadrados de nuevo pavimento con baldosa granallada (antideslizante) y la renovación de 355 metros cuadrados de asfalto. También se ha adaptado la parada de autobuses ubicada en la zona para hacerla más accesible y cómoda, así como mejorado los ajardinamientos y vegetación con nuevas plantas y  5 árboles de distinto porte como cipreses y thujas. “Atendiendo a las peticiones de los vecinos hemos renovado el acerado y asfaltado, así como ampliado en lo posible el número de aparcamientos en más de un 50%”, recordó el alcalde, Pedro Rollán.

Se ha suprimido el carril bici que estaba inutilizado por su falta de continuidad creando más estacionamientos en batería y dando una mayor amplitud al acerado. Por su parte, el concejal de Obras, Medio Ambiente y Festejos, Valeriano Díaz, recordó que “en cuanto al pavimento, la baldosa granallada permite una mejor adherencia, reduciéndose así los riesgos de caídas al eliminar los baches. También se han eliminado las barreras arquitectónicas, adaptándolas a personas con discapacidad”.

Las obras también han mejorado el acceso al estacionamiento subterráneo ubicado en la calle, reforzado el firme que venía sufriendo continuas reparaciones objeto de una incorrecta compactación de terreno.